Esta obra centra su atención en el arte de la escucha y de la pregunta, con el fin de que el público se acerque a sus propias respuestas. Para ello, la compañía propone un recorrido de una hora y media a través de un laberinto, ubicado en las tres plantas de un edificio, y se sirve de los arquetipos del tarot para buscar la intuición y la escucha.
Según ha explicado en la presentación su director, Enrique de Vargas, aquí los intérpretes son sólo "habitantes" que desaparecen, porque lo importante "no es lo que ves, sino lo que imaginas". Así, estos actores trabajan con la poética del espacio para no interponerse, "porque si no la obra se cae", afirma.
Otro de los aspectos en los que ha incidido el montaje de esta obra es la "preocupación acerca de cómo cargar los silencios", según ha explicado el director. Para la compañía, esto es lo que permite ir mas allá de uno mismo, porque "dependemos normalmente de la respuesta que nos da el psicólogo o el gurú". "Tenemos desconfianza de nuestra propia intuición y dependemos más de los expertos", lamenta.
En este sentido, señala que hoy en día "no tenemos tiempo de escucharnos y, por ello, no tenemos tiempo de respondernos". Así, las personas que deciden entrar en este juego lo hacen partiendo de una pregunta personal. "Generalmente, salen escuchando su propia respuesta", afirma de Vargas.
- Búsqueda interior y juegos poéticos.
Oráculos está dirigido sólo a un "viajero", así que cada cuatro minutos una persona del público podrá introducirse en esta aventura, en la que se encontrará con varios actores. Para realizar el montaje han sido necesarios 2.000 kilos de trigo y cientos de metros para confeccionar los cerca de 400 metros que componen este laberinto y aislar el edificio de la luz externa.
Según ha señalado de Vargas, "en una casa de terror típica se agota muy pronto todo, porque no permite potenciar lo poético". Aquí, sin embargo, se juega con los sueños y es en el campo lírico donde cada uno de los espectadores puede liberarse y buscarse a sí mismo.
El Teatro de los Sentidos, formado por profesionales procedentes de países como Colombia, Chile, Dinamarca, España, Italia o Francia, trabaja la poética de los sentidos e investiga la relación entre lenguajes sensoriales y la creación teatral.
La compañía apunta su trabajo hacia un lenguaje basado en lo no dicho y, siguiendo la huella de tradiciones orales ancestrales, pone en escena el silencio como condición indispensable para una comunicación entre la obra y el público. Su próxima parada será el norte de Francia, donde llevarán el montaje Pequeños ejercicios para el buen morir.
Europa Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario